Examinarnos II
“La sangre de Cristo es para
purificarnos, no para consolarnos en una vida de pecado”
(1 Juan 1:7 / Tito 2:14)
Al leer
y releer esta frase es inevitable que
golpee con fuerza en nuestro
pecho una y otra vez. Podrían Surgir las
preguntas: ¿nos estamos consolando a una
vida de pecado?... Y si somos sinceras, la respuesta podría ser duramente un SI.
¿nos engañamos a nosotras mismas?... Y otra vez el
SI como respuesta…
Llega el momento de hacer un
alto, parar y mirar hacia atrás y el lugar en el que nos encontramos hoy, ver
la cosecha, lo que nos llega o podría
llegar en devolución al permanecer por mucho tiempo en el error. Un poco de
examinación y nos podriamos encontrar viendo las fallas en los demás solo para
“justificarnos” y no atender las que crecen dentro de nuestro como un monstruo.
Recoger el fruto de esto es
doloroso, llega la vergüenza, la angustia, el arrepentimiento. ¿Cómo se sigue?
Oh, Señor!!! Cuanto necesitamos de tu gracia, misericordia y fuerzas para retomar esta lucha dia a dia.
Ezequiel 36:26,27 dice:
“Esparciré sobre vosotros agua limpia, y sereis limpiados de todas vuestras inmundicias, y de todos
vuestros ídolos, os limpiaré.
Os daré corazón nuevo, y pondré
espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os
daré un corazón de carne.
Y pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y guardéis mis preceptos y los
pongáis por obra”
Esparciré, limpiaré, pondré,
daré… TODO lo hace EL, todo viene de EL, esta es nuestra esperanza en esos
momentos en los que ir a lo profundo de nuestro corazón e intenciones revela lo
que realmente somos y duele tanto.
Amigas, “el pecado es engañoso y
sabe como aparentar que esta muerto, cuando en realidad esta vivo, debemos
perseguirlo vigorosamente en todo tiempo hasta la muerte” J. Owen
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