ESPERAR TAMBIÉN ES AMAR
Dios tiene preparada la persona para aquellas que esperan en él.
Esperar en Dios, no siempre es fácil... Los noviazgos y matrimonios agradables a Dios son para valientes, aún desde la espera. Porque podemos hacer las cosas a nuestra manera, o a la manera de Dios.
Se puede permanecer en las buenas, cuando hay palabras bonitas, cuando todo es color de rosa, cuando todo parece estar muy bien... pero no cualquiera aguanta el carácter pesado de otra persona. No cualquiera aguanta problemas que puedan surgir o dificultades que puedan pasar.
Pero cuando nos quedamos a pesar de todas esas cosas y sabemos comprender y ponernos en el lugar del otro, nos damos cuenta de que estamos amando porque amar es una decisión.
Al esperar en Dios, podemos prepararnos sabiendo que si decidiremos amar a alguien, será porque lo haremos con virtudes, defectos y sin condiciones, como Cristo nos ama a nosotras. Y eso sólo lo pueden hacer los valientes, porque los cobardes se van buscando qué es lo que les funciona más, se rinden fácilmente y eso no es amor, es sólo emoción.
Los cobardes se olvidan de poner su confianza en el señor y buscan de una manera egoísta sólo para satisfacer sus necesidades, poniéndose en primer lugar ellos mismos, sin esperar la persona que Dios tiene preparada para ellos.
Sé valiente y piensa que esperar, también es amar.
1 Corintios 13
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
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